Corresponsabilidad: para introducir este tema en nuestras aulas se puede utilizar este cuento para Educación Infantil y
Primer Ciclo de Educación Primaria
TEO Y BLASA
AUTORAS: Montserrat Älvarez, Aránzazu Leyra y Ana Isabel Delgado
Esta es la historia de una pareja de dinosaurios: Teo y Blasa.
Teo vivía en una gran cueva del bosque con sus padres. Era un dinosaurio soñador y tranquilón. Su
madre le cuidaba y mimaba diariamente. El sólo se preocupaba de salir a la pradera con sus amigos a
inventarse nuevos juegos y travesuras. Cuando volvía a la cueva, le esperaba su mamá con los
alimentos más apetitosos preparados y que su padre había cazado. Esto le gustaba a Teo. Se sentía
importante.
Blasa, por otro lado, era una dinosauria divertida y muy emprendedora. Siempre que podía
acompañaba a su padre a cazar y pescar. A su madre no le agradaba mucho esta actividad de
Blasa, porque pensaba que su hija debía de ocuparse más de las tareas de la cueva: hacer la comida,
limpiarla, etc. Pero Blasa, insistía en lo gratificante que le resultaba aprender y disfrutar de las cosas
que le proporcionaba el exterior.
Un buen día de primavera, Blasa hizo una excursión al otro lado del río. Allí, detrás de unos altos
matorrales, se quedó observando como unos dinosaurios jugaban y se divertían juntos. Entre
Al cabo de un rato, Teo se quedó mirando fijamente hacía los matorrales y exclamó: “¡Cuidado
amigos hay un intruso!” Blasa se puso un poco nerviosa, pero enseguida salió y les dijo que ella
no era una intrusa, sino una dinosauria del otro lado del río. Esto les llamó mucho la atención a
los dinosaurios, y quisieron saber más de su territorio. Blasa les contó que ella se lo podía
enseñar porque lo conocía muy bien. Teo fue el único del grupo que mostró un interés por
conocerlo y por conocer más a Blasa.
Al poco tiempo, Teo sorprendió a Blasa con un regalo: Un arco y unas fechas, porque sabía que a
Blasa le gustaba mucho cazar. Blasa también quiso obsequiar a Teo con otro regalo: Una hamaca. Blasa
le empezó a contar sus planes de futuro, quería ser una dinosauria feliz, compartir sus conocimientos y
su vida con un dinosaurio que la respetase, quisiese y compartiese con ella sus inquietudes. Teo
callaba y asentía.
Al cabo de unos meses, decidieron formar una nueva familia. Teo aprendió a cazar y a pescar,
esto no le supuso mucho problema ya que Blasa le ayudaba y compartía esta tarea. Al llegar a la
cueva, Teo pensaba que Blasa iba a tratarle como su madre. Blasa intentaba explicarle que esa no era su
función exclusiva, sino que debían compartir esas tareas. Teo no la entendía, y esto le disgustaba a
Blasa.
Blasa y Teo hablaron, hablaron y hablaron, hasta que llegaron al acuerdo de que debían compartir
tanto las tareas de cazar y pescar como las de atender la cueva y la comida. Al principio, esto les
resultaba costoso a los dos, pero poco a poco aprendieron que la verdadera felicidad estaba en
ayudarse y compartir. Desde entonces, fueron dos dinosaurios que vivieron felices. Comieron perdices prehistóricas, las guisaron y a nosotros nos dejaron una bonita lección.
Acabada la lectura, se podrían formular algunas preguntas de comprensión lectora podrían ser:
• ¿Quiénes son los personajes del cuento?
• ¿Cómo es Teo?
• ¿Cómo es Blasa?
• ¿Qué hacía cada personaje?
• ¿Qué regalos se hicieron?
• ¿A qué acuerdos llegan?
Formamos 2 grupos, uno de niñas y otro de niños. Cada grupo tendrá que elaborar 2 listas de regalos que ellas o ellos harían a cada personaje del cuento. Luego se pondría en común. Cada grupo debe justificar ante el otro las razones de su elección.
Se inicia un comentario sobre el cuento, con las siguientes preguntas guiadas:
- ¿Los regalos de Teo tienen relación con sus gustos y aficiones?
- ¿Los regalos de Blasa tienen relación con sus gustos y aficiones?
- ¿Los regalos de Teo son para un chico?
- ¿Los regalos de Blasa son para una chica?
Como actividad individual, se propone a cada niña y niño que escriba en un folio lo que le regalaría a su compañero o compañera.
Tras reflexionar que no hay regalos para niños ni para niñas,…. Podemos proponer como regalo para el día de los padres un delantal.
1. puesto que no hay cosas exclusivas de niñas o de niños.
2. porque hay que ayudar todos en las tareas de casa.